Tomate pequeño rosado

Conservación

1. Temperatura ambiente: Si los tomates están en pleno proceso de maduración y los vas a consumir pronto, es mejor almacenarlos a temperatura ambiente, lejos de la luz directa del sol. Colócalos en un lugar fresco y ventilado.
2. Refrigeración: Si los tomates ya están maduros y deseas prolongar su frescura, puedes refrigerarlos. Sin embargo, esto puede afectar su sabor y textura, por lo que es mejor mantenerlos a temperatura ambiente hasta que estén listos para consumir.
3. Separar de otros productos: Los tomates producen etileno, una hormona vegetal que puede acelerar el proceso de maduración de otros alimentos cercanos. Guárdalos por separado de frutas y verduras sensibles al etileno, como las hojas verdes.
4. No lavar antes de tiempo: Es mejor no lavar los tomates hasta que estés listo para comerlos. El exceso de humedad puede favorecer la aparición de moho o pudrición.
5. Almacenamiento adecuado: Si tienes una gran cantidad de tomates pequeños, puedes mantenerlos frescos por más tiempo en una caja o cesta, asegurándote de que no se amontonen demasiado para evitar daños.
6. Revisión periódica: Inspecciona los tomates con regularidad y retira aquellos que estén demasiado maduros o hayan desarrollado signos de deterioro para evitar que afecten a los demás.
7. Congelación (opcional): Si tienes demasiados tomates pequeños y no puedes consumirlos a tiempo, considera congelarlos. Puedes cortarlos en rodajas o trozos y congelarlos en bolsas o recipientes adecuados para su uso posterior en salsas o guisos.