Cerezas

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La cereza es el fruto del cerezo, un árbol del género Prunus. Es una fruta pequeña, redonda, de color rojo brillante o púrpura oscuro, con pulpa jugosa y un hueso en su interior. Su sabor puede variar de dulce a ligeramente ácido, y se consume fresca o en preparados como mermeladas, pasteles, licores y jugos. Además de ser deliciosa, la cereza es rica en antioxidantes, vitaminas A y C, y tiene propiedades antiinflamatorias.

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Descripción

La cereza es el fruto del cerezo, un árbol del género Prunus. Es una fruta pequeña, redonda, de color rojo brillante o púrpura oscuro, con pulpa jugosa y un hueso en su interior. Su sabor puede variar de dulce a ligeramente ácido, y se consume fresca o en preparados como mermeladas, pasteles, licores y jugos. Además de ser deliciosa, la cereza es rica en antioxidantes, vitaminas A y C, y tiene propiedades antiinflamatorias.

Valor Nutricional

Las cerezas son una fruta nutritiva que ofrecen varios beneficios para la salud. A continuación se detalla el valor nutricional aproximado por cada 100 gramos de cerezas frescas:

  • Calorías: 50 kcal
  • Carbohidratos: 12 g
    • Azúcares: 8 g
    • Fibra dietética: 2 g
  • Proteínas: 1 g
  • Grasas: 0.3 g
    • Grasas saturadas: 0.1 g
  • Vitaminas y Minerales:
    • Vitamina C: 10 mg (16% del valor diario recomendado)
    • Vitamina A: 64 UI (1% del valor diario recomendado)
    • Vitamina K: 2.1 µg (3% del valor diario recomendado)
    • Potasio: 173 mg (5% del valor diario recomendado)
    • Calcio: 13 mg (1% del valor diario recomendado)
    • Hierro: 0.4 mg (2% del valor diario recomendado)
    • Magnesio: 11 mg (3% del valor diario recomendado)

Conservación

  • Refrigeración: Guarda las cerezas en el refrigerador tan pronto como sea posible. Colócalas en una bolsa de plástico perforada o en un recipiente hermético para mantener su humedad sin que se acumulen condensación, lo cual podría favorecer el moho.
  • No lavar antes de guardar: Lavar las cerezas antes de guardarlas puede aumentar la humedad y acelerar su deterioro. Lávalas únicamente justo antes de consumirlas.
  • Congelación: Si deseas conservar las cerezas por un período más largo, puedes congelarlas. Primero, lávalas y sécalas bien. Luego, deshuésalas si prefieres. Extiéndelas en una bandeja para hornear y congélalas individualmente. Una vez congeladas, transfiérelas a bolsas de congelación o recipientes herméticos.
  • Almacenamiento a corto plazo: Si planeas consumirlas en un día o dos, puedes dejarlas a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco, aunque la refrigeración sigue siendo la mejor opción para mantener su frescura.
  • Evitar la exposición a la luz y el calor: Las cerezas se deben mantener alejadas de la luz solar directa y fuentes de calor para evitar que se deterioren rápidamente.