Descripción
La ciruela Claudia, también conocida como “ciruela de Reina Claudia,” es una variedad de ciruela que se caracteriza por su forma ovalada y su color verde o amarillo pálido. Es considerada una fruta de hueso, ya que posee un hueso grande en su interior. La pulpa de la ciruela Claudia es jugosa, dulce y ligeramente ácida, lo que la hace ideal tanto para comer fresca como para utilizar en la preparación de mermeladas, conservas y otros productos gastronómicos.
Esta variedad de ciruela es apreciada por su sabor equilibrado y su textura agradable. A menudo se encuentra disponible durante la temporada de verano y principios de otoño en varias regiones. Su nombre, “Claudia,” deriva de la reina Claudia de Francia, quien se dice que fue una de las primeras entusiastas de esta fruta.
La ciruela Claudia es una opción popular para consumir como aperitivo, añadir a ensaladas de frutas o incluso para utilizar en recetas de repostería debido a su sabor y versatilidad culinaria.
Valor Nutricional
El valor nutricional de las ciruelas Claudia puede variar ligeramente dependiendo del tamaño y la madurez de la fruta, pero aquí tienes una aproximación de los nutrientes que suelen contener por cada 100 gramos de ciruela Claudia fresca:
- Calorías: alrededor de 46 kcal
- Carbohidratos: aproximadamente 11.42 g
- Azúcares: alrededor de 9.92 g
- Fibra: cerca de 1.4 g
- Proteínas: alrededor de 0.7 g
- Grasas: aproximadamente 0.28 g
- Vitamina A: alrededor de 345 IU
- Vitamina C: cerca de 9.5 mg
- Vitamina K: alrededor de 10.6 μg
- Potasio: aproximadamente 157 mg
- Calcio: cerca de 6 mg
- Hierro: alrededor de 0.17 mg
- Magnesio: cerca de 7 mg
Conservación
La conservación adecuada de las ciruelas Claudia es importante para prolongar su vida útil y mantener su frescura. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo almacenarlas correctamente:
- Selección: Escoge ciruelas Claudia que estén maduras pero no excesivamente blandas. Deben tener un color uniforme y sin manchas visibles.
- Almacenamiento a temperatura ambiente: Si las ciruelas están en su punto ideal de madurez, puedes mantenerlas a temperatura ambiente durante uno o dos días. Sin embargo, no las dejes en un lugar muy cálido, ya que eso puede acelerar su maduración y hacer que se echen a perder más rápido.
- Refrigeración: Para prolongar su frescura, es recomendable refrigerar las ciruelas. Colócalas en el cajón de las verduras en tu refrigerador, donde la temperatura es más fresca y húmeda. Esto puede ayudar a conservar su sabor y textura durante varios días.
- No laves antes de tiempo: No laves las ciruelas antes de almacenarlas, ya que la humedad adicional puede favorecer el crecimiento de moho. Lávalas justo antes de consumirlas.
- Congelación: Si tienes una gran cantidad de ciruelas y no puedes consumirlas a tiempo, considera congelarlas. Lava, seca y deshuesa las ciruelas, y luego córtalas en mitades o en trozos. Colócalas en bolsas para congelador y guárdalas en el congelador. Puedes utilizarlas posteriormente en batidos, salsas o recetas de horneado.
